Deterioro del Régimen de la no Proliferación Nuclear

Por David Krieger, Febrero 2005.
Traducción de Rubén Arvizu.

Recientemente participé en una reunión sobre el futuro del Tratado de la no Proliferación Nuclear, patrocinado por la Iniciativa de las Potencias Medias (MPI) en el Centro Carter en Atlanta, Georgia. La MPI es una coalición de ocho organizaciones civiles internacionales, dos de las cuales han recibido el premio Nobel de la Paz. Representé a la Nuclear Age Peace Foundation, una de las organizaciones fundadoras. Además de representantes civiles tales como yo, la reunión recibió a diplomaticos de muchos países. Entre los participantes estaban Marian Hobbs, nueva Ministro Para el Desarme y Control de Armamentos de Nueva Zelandia; el Senador Douglas Roche de Canadá, Presidente de MPI; Nobuyasu Abe, Subsecretario General de Naciones Unidas para Asuntos del Desarme; el Embajador Sergio de Queiroz Duarte, embajador brasileño y Presidente designado para la Conferencia 2005 de la Revisión del Tratado de la No Proliferación; el ex- embajador Robert Grey Jr. de los E.E.U.U.; y el embajador Rajab M. Sukayri del Ministerio Exterior Jordano.

Todos estuvimos conscientes del reciente informe de Naciones Unidas sobre el alto nivel en amenazas, desafíos y cambios. El informe, publicado en diciembre de 2004, indicó que el régimen nuclear de la no proliferación ahora está en riesgo debido a la falta de cumplimiento con cometidos existentes, retiro o amenazas de retiro del Tratado de la No Proliferación de Armas Nucleares para eludir esos cometidos, un ambiente cambiante de la seguridad internacional y la difusión de la tecnología. El informe encontró que estamos llegando a un punto en el cual el deterioro del régimen de la no proliferación podría convertirse en irreversible, dando como resultado un aumento en la proliferación armamentista nuclear.

El informe asegura que si un simple dispositivo nuclear fuera detonado en una ciudad importante, el número de muertes se extendería de decenas de miles a más a de un millón. El impacto negativo al comercio, empleo y el turismo internacional ascendería por lo menos a un trillón de dólares. Tal ataque podría tener implicaciones futuras de gran alcance para la seguridad internacional, el gobierno democrático y los derechos civiles. Fue en este ambiente de incertidumbre en el que se desarrolló la reunión de Atlanta. El embajador Duarte, que presidirá la conferencia de 2005 sobre la revisión del Tratado de la Proliferación (NPT), dijo que en la conferencia de 2005 vamos a enfrentarnos a una situación persistente y seria de la falta de confianza en los mecanismos del NPT y en su capacidad de sobrevivir a las pruebas a que es sujeto.

Entre los temas principales que fueron discutidos estuvieron la necesidad de lograr que el NPT sea universal atrayendo a los tres estados nucleares que no son signatarios del tratado (Israel, la India y Paquistán) y traer de Nuevo a Corea del Norte; que los estados con armas nucleares cumplan sus obligaciones con el tratado y demuestren su buena fe para lograr el desarme nuclear; para en forma más eficaz salvaguardar los materiales nucleares y efectuar las inspecciones de la Agencia Internacional de Energía Atómica; y establecer un método eficaz de sanciones por violar las provisiones del tratado.

El ex- presidente Jimmy Carter, que habló en la reunión, indicó que las perspectivas para las pláticas de este año no son halagüeñas. “ He escuchado que el comité preparatorio para las próximas negociaciones del tratado de la no proliferación no ha podido hasta ahora ni siquiera definir una agenda de trabajo. Esto es debido a las divisiones profundas entre las potencias nucleares que intentan evitar la proliferación sin cumplir antes con sus compromisos de desarme, y el movimiento de los No-Alineados, cuyas demandas incluyen firmes compromises de desarme y el asunto del arsenal israelí”.

El ex-presidente Carter también señaló las contradicciones en la política nuclear de los E.E.U.U.. “Estados Unidos asegura cumplir con el artículo VI”, dijo, “que se refiere a la disposición del desarme del tratado, pero continua probando y desarrollando nuevas armas como las llamadas Star Wars y el buster contra fortificaciones bajo tierra, y ha amenazado con atacar a estados no nucleares, en caso de sorprenderlos haciendo progresos militares y otras contingencias inesperadas.”

Carter también se refirió a otras de las contradicciones en la forma de tratar la no proliferación nuclear y su aplicación a Irán y el Oriente Medio. Mientras que la comunidad internacional está justificada en ejercer presión hacia Irán para que cumpla con el NPT, no hay esfuerzos o comentarios públicos en Estados Unidos o Europa para que Israel cumpla con el tratado o se someta a alguna restricción.. Esto es un enorme incentivo para que Irán, Siria, Egipto, y otros estados decidan unirse a la comunidad nuclear.

En la reunión de Atlanta hubo un concenso general de que el régimen de la no proliferación, incluyendo el tratado de la proliferación que es su pieza central, está en peligro de extinción. Es por ello que urge una cierta medida de éxito en la conferencia de la revisión del tratado en mayo de 2005. Estados Unidos no está reconociendo el progreso hecho en las conferencias anteriores de la revisión de NPT en lo referente a obligaciones nucleares del desarme. La administración Bush no desea limitarse por las promesas hechas en las conferencias del NPT de 1995 y 2000. Esas promesas obligan a los estados nucleares a ratificar el Tratado Comprensivo de Prohibición de Pruebas, hacer el desarme nuclear transparente e irreversible, y hacer todos sus esfuerzos para alcanzar el desarme nuclear completo.

La posición de E.E.U.U., ocasiona que las perspectivas de la conferencia de 2005 sean fatalistas. A menos que los estados nucleares, incluyendo Estados Unidos, cumplan con sus obligaciones anteriores, las perspectivas de asegurar los esfuerzos futuros de prevenir la proliferación de las armas nucleares son mínimas. Así nos encontramos ahora, tres meses antes del inicio de la Conferencia de Revisiones 2005.

*David Krieger es Presidente de Nuclear Age Peace Foundation(www.wagingpeace.org), y miembro del Comité Directivo Internacional de la Iniciativa de Potencias Medias.

** Rubén Arvizu es Director para América Latina de Nuclear Age Peace Foundation. Actualmente está preparando, en conjunto con el Círculo Latinoamericano de Estudios Internacionales, la participación de NAPF en la reunion previa a la Conferencia de Revisiones del NPT que se celebrará en México a finales de abril del 2005.

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